
Un coche de ocasión puede ser una magnífica opción si consigues un modelo en buen estado, pero puede ser un arma doble filo y acarrearte más visitas al taller de las que desearías. Los mejores vehículos de segunda mano suelen…
Además del precio y las prestaciones que nos ofrezca, tenemos que tener en cuenta los variables gastos asociados a la hora de comprar un vehículo nuevo
A la hora de comprar un vehículo nuevo tenemos que tener en cuenta que es una decisión en la que tienen gran peso las expectativas personales. Se trata de una inversión económica importante, por lo que es necesario estar atentos a todos los detalles.
Es muy probable que sea el único vehículo que tengamos durante años y hay que estar seguros de que es el indicado. En definitiva, consiste en conseguir un equilibrio entre las emociones y la realidad del coche.
Una primera clasificación para comprar un vehículo nuevo consiste en saber el presupuesto real que se va a destinar. Ya sea en pago contado o financiado, hay que ser firmes en el total disponible para la adquisición. De esta forma, será posible seleccionar los modelos que más se adapten a esa cantidad.
Es muy positivo comparar precios en diversos concesionarios. Los precios entre un lugar y otro pueden variar considerablemente; también podemos encontrarnos con descuentos, promociones, etc.
También debemos incluir en el análisis los gastos de mantenimiento. Los coches con un mismo valor de compra tienen márgenes muy diversos en sus gastos mensuales: el consumo de combustible, reparaciones y el seguro serán costes fijos a considerar.
Siempre resulta muy útil entrar en diferentes blogs o foros especializados y conocer las opiniones de usuarios. Los vendedores contarán solo los aspectos positivos.
Hay que recordar que quienes ya han comprado un modelo similar, pueden ofrecer información relevante para la decisión; existen muchos comentarios sobre las funciones, los repuestos para reparación y los costes asociados.
Asimismo, hay que poner la misma atención en las opiniones sobre los puntos de venta. El servicio posterior al comprar un vehículo nuevo es fundamental; el conocimiento sobre si la tienda o concesionario responde a reclamaciones, garantías y controles periódicos, es un punto clave.
Es probable que la estética de un coche en exposición genere una atracción única; sin embargo, hay que controlar las emociones y pensar con claridad. La inversión debe satisfacer las necesidades presentes y futuras.
En unos años, el coche tiene que cumplir las mismas funciones que en la actualidad; para ello influyen algunas circunstancias, como si se agrandará la familia o se cambiará de forma de vida de la ciudad al campo, etc.
Otra clave que se relaciona con el futuro es el valor y la facilidad para su venta como vehículo usado. Existen modelos más o menos vendibles que otros. Asimismo, existen aquellos que pierden mucho valor con los años.
Al comprar un vehículo nuevo hay que tener la seguridad de sentirse cómodo al conducir. La realización de pruebas de varios modelos permite comparar el confort. Quizá visualmente uno es más atractivo, pero al estar dentro la percepción cambia; el espacio interior, el circular y su maniobrabilidad son fundamentales para la elección.
Una vez definido el coche que se desea comprar, hay que dedicar suficiente tiempo para la operación. Es verdad que todos deseamos comenzar la marcha y salir a la carretera, pero se trata de realizar antes unos breves controles para estar tranquilos.
Se trata de verificar personalmente antes de salir del concesionario que todo funciona correctamente. Luces, frenos, limpiaparabrisas, sistemas de calefacción, cristales y cada una de las funciones que posea.
Es una obviedad que los coches nuevos se entregan con todos sus niveles correctos de líquidos, lubricantes y combustible. Pero en la práctica, siempre puede ocurrir una omisión o el descuido humano; el hecho de dedicar unos minutos a controlar estos niveles evita grandes dolores de cabeza.
Antes de salir hay que observar meticulosamente cada parte exterior. Los mismos traslados del coche al concesionario pueden dañar la pintura, la chapa o las llantas.
Por último, hay que comprobar que el coche lleva toda la documentación para circular. Matriculación, permiso de circulación, tarjeta técnica, papeles del seguro, manual del vehículo y facturas son lo básico. Nadie quiere comprar un vehículo nuevo y recibir una multa por falta de papeles al día.
Es el momento para trasladar todas las dudas que puedan surgir; los coches nuevos tienen tantas cosas para disfrutar que no siempre se saben utilizar. La consulta con el asesor comercial y personalizar el coche es un placer que no podemos perdernos.