Ventajas e inconvenientes del carsharing
Lo que hace pocos años era una alternativa de sustentabilidad ambiental, hoy se consolida como una característica de las grandes urbes europeas. El carsharing se apodera de la vida cotidiana, arrojando incertidumbre sobre el futuro de la producción y venta de vehículos.
Se trata de una modalidad de autos eléctricos para alquiler por tiempo limitado, que está invadiendo grandes urbes, como Madrid. Se ofrece una alternativa de movilidad distinta al tradicional ‘carpooling’ o coche compartido, y además permite alquilar un vehículo por minutos o hasta horas.
Una de las modalidades de renta obliga al usuario a retirar y devolver la unidad en la llamada ‘base fija de alquiler’, lo que ofrece muchos beneficios en la movilidad de los usuarios de las grandes urbes.
La otra forma, free-floating, permite contratar el servicio, usar el vehículo y dejarlo aparcado en el área demarcada por la empresa. Esta opción tiene un coste razonable en comparación con el precio de un taxi; su tarifa mínima es de 19 céntimos por minuto.
Coste asequible y facilidad de aparcamiento
Un aspecto de futuro importante es que el uso de esta modalidad fortalece la protección del medio ambiente; entre otras cosas, porque sus unidades son eléctricas.
Las empresas oferentes cuentan con flotas de unidades que funcionan con electricidad, y esto permite su tráfico por las zonas donde se prohíbe el uso de vehículos emisores de gases.
Entre otras características beneficiosas del carsharing, destaca el tamaño de sus unidades fácilmente aparcables. La cobertura por daños causados a terceros por parte de la empresa contratista es otro de sus atractivos.
Sin embargo, por tentadora que parezca la posibilidad de su uso, presenta ventajas y desventajas que deben ser ponderadas. El carsharing es más beneficioso para unas personas que para otras.
Es probable que un profesional que tiene mucha movilidad, encuentre más ventajas que un turista que quiere pararse en muchos sitios. También puede ser una opción interesante para realizar gestiones en el centro urbano de las ciudades.
El carsharing, buena opción para el ámbito profesional con prisa
Esta es una interesante elección de movilidad para gerentes o profesionales que deban visitar varios clientes en una mañana o una tarde. El vehículo puede ser estacionado fácilmente en casi cualquier lugar por su tamaño (2,69 metros el Car2Go y 3,47 el Citroën C-Zero).
Sin embargo, la versatilidad de la unidad no la hace inmune a quedar atascada en una hora de embotellamiento. La realidad es que el tiempo que dure el estacionamiento será sumado al contador y correrá por cuenta del usuario.
Es preciso considerar que aun cuando el usuario que busca estacionar un vehículo puede trasladarse en la zona demarcada por la empresa oferente, existen diversas áreas donde se prohíbe su aparcamiento.
La promesa de modelo de negocio en ciernes
Más allá de la oferta de un servicio novedoso para el traslado en la ciudad, el carsharing plantea un nuevo modelo de negocio. Habría que ver como impactará el servicio en el sector de usuarios interesados en adquirir vehículos propios.
Uno de los aspectos a considerar es el relacionado con la falta de infraestructura para la recarga eléctrica de las unidades. Todavía no está desarrollado el suministro en todas las zonas.
Los costes elevados son un impedimento para la compra de vehículos eléctricos por parte del consumidor tradicional, ya que los salarios del promedio de la población no permiten cubrirlos. Otro aspecto a tener en cuenta es que se trata de vehículos de pequeño tamaño, donde no pueden meterse varias personas.
En estos momentos parece que el desarrollo de este concepto causará la reducción de los embotellamientos y la liberación de lugares de aparcamiento. Paradójicamente, esto contribuirá a combatir la contaminación ambiental en las grandes urbes, con lo cual se mejora la calidad de vida.
La mejor ventaja del carsharing es la sustentabilidad ambiental
Por ahora, la sostenibilidad y la protección del ambiente es la mejor ventaja del servicio, pero la responsabilidad en este tema recae, sobre todo, en los organismos públicos. Los más interesados en el desarrollo de la iniciativa suelen ser las autoridades municipales de cada ciudad.
Día tras día se observa como las entidades gubernamentales europeas apoyan el desarrollo de este negocio. Un ejemplo es la Ley del trato preferencial para el ‘Car-Sharing‘ adoptada recientemente por el gobierno alemán.
Sin embargo, a pesar de su impacto positivo en el transporte y el medio ambiente, en España se miran con reserva iniciativas como esa y todavía hay mucho que desarrollar.