Ángulo muerto, un peligro conocido
El ángulo muerto es ese espacio que escapa de la visión de los conductores, ya que no se ve reflejada en los espejos retrovisores ni es posible divisarlo a “simple vista”.
El terrible ángulo muerto es responsable de un número importante de accidentes de tráfico. Los peores resultados ocurren cuando los involucrados en las colisiones son dos vehículos de proporciones muy distintas. Lo cual no quiere decir que si un choque a máxima velocidad tiene lugar entre dos coches similares los resultados no sean potencialmente catastróficos.
Mirada al frente… a los lados y atrás
En los principios de la industria automotriz, a finales del siglo XIX y principios del XX, los primeros vehículos demandaban a los conductores atención exclusiva solo a lo que estaba directamente delante de ellos. A medida que más personas se hicieron con un coche, mirar solo hacia adelante dejó de ser suficiente. Los conductores hemos tenido que empezar a prestar atención a lo que ocurre a los lados y espaldas de nuestro vehículo.
De esta forma nació el espejo retrovisor. Se trata de un dispositivo que aunque nos cueste imaginarlo, tardó más tres décadas en convertirse en un accesorio regular.
Tecnologías para eliminar los riesgos que implica el ángulo muerto
Para finales del siglo XX, con ciudades y autopistas llenas de vehículos y con modelos cada vez más veloces, los espejos retrovisores dejaron de ser suficientes. Hablar del ángulo muerto y sus nefastas cifras se volvió común.
Los ingenieros de la industria del motor se hicieron cargo de la situación, dando lugar a las tecnologías de detección de objetos en puntos ciegos.
La marca Volvo, en el ya lejano 2004, fue la primera compañía en presentar un coche con estos sistemas.
Al día de hoy, estos mecanismos están presentes en un número importante de vehículos. Para funcionar bien, se valen de cámaras, sensores ultrasonido y radares, consigiendo advertir a los conductores sobre la presencia de otros vehículos en zonas sensibles. Emiten señales visuales, sonoras y en algunos casos, vibratorias.
Reducir los riesgos “a la antigua”
Aunque las tecnologías para la detección de vehículos en ángulo muerto están cada vez más avanzadas, todavía un número importante de coches no lo tienen incorporado.
Para estos casos, hay algunas recomendaciones a considerar para reducir riesgos de colisiones.
Ajustar correctamente los espejos retrovisores
Estos vidrios reflectantes tienen una función muy concreta, deben ofrecer a los conductores una visión lo más completa posible de todo cuanto ocurra a los lados y en la parte posterior del vehículo.
Lo ideal es que el espejo interno refleje los vehículos que vengan detrás, justo en el centro de la imagen. Mientras que los espejos laterales no tienen por qué mostrar las puertas ni la carrocería del coche. Deben alinearse de forma abierta, para que ofrezcan un ángulo de visión amplio.
Girar la cabeza a los lados, siempre que sea necesario
Antes de girar en un cruce, es recomendable voltear la cabeza rápidamente para asegurarse que no hay otros vehículos cerca, respetando las señales de Stopt y Ceda el paso.
Sentarse de forma correcta al volante
El exceso de confianza es responsable de un número importante de accidentes de tráfico. Para poder estar atento al entorno del vehículo, quien va tras el volante debe sentarse en una postura correcta, que además de permitirle controlar visualmente todo lo que tiene al frente, también le facilite la utilización de los retrovisores.
Es vital que el conductor no quede alineado en su visión con el espacio ubicado entre las puertas delanteras y las traseras. Esto es útil para que cuando deba girar la mirada para ver hacia los lados, nada le obstaculice la visibilidad.
Sentido común
Se debe evitar quedar atrapados en los puntos ciegos de otros conductores. Si en una autopista se va a adelantar a otro coche, esta acción se debe ejecutar sin dilaciones.
Utilizar los intermitentes
Las luces intermitentes a menudo parecen más un adorno que un elemento funcional, es importante que antes de cambiar de carril o cruzar en una esquina, indiquemos a los demás conductores que vamos a realizar esta maniobra.