Hyundai Veloster 2019, el encanto de la asimetría
La nueva generación del compacto deportivo coreano fue presentado oficialmente en el Salón del automóvil de Detroit. El Hyundai Veloster 2019 encandiló a un público que temía la pérdida de su original puerta trasera.
El toque deportivo que está dando Hyundai a sus últimos modelos se ve claramente reflejado en Veloster, con una imagen mucho más madura y europea que antes. Cuesta mucho encontrar rivales directos de este coreano, y es que solo unos pocos compactos con aspecto cupé como el Kia Proceed siguen vivos en un segmento en clara decadencia.
Diseño exterior del Hyundai Veloster 2019
Los genes de las versiones deportivas del Hyundai i30 se dejan ver en diferentes rincones de este Hyundai Veloster 2019, como la inconfundible parrilla exagonal o los grupos ópticos. Pero no te asustes, porque si estás buscando algo más radical que el Hyundai i30, en este cupé lo vas a encontrar.
El frontal luce más deportivo gracias a la curvatura del capó, el cual da un estilo más dinámico y hace que la parrilla vaya colocada más abajo. La calandra negra añade un toque de agresividad que todo cupé necesita.
Lateralmente es donde guarda la esencia este Hyundai Veloster 2019, ya que, dependiendo del lado por donde lo mires, verás una o dos puertas. Esto no es novedad: el anterior modelo ya lo tenía, pero con las escasas ventas que consiguió sigue llamando mucho la atención.
Esto aporta un plus de practicidad que no tiene ningún otro cupé, además de una originalidad sin parangón. A mayores, la caída del techo en la parte trasera acentúa la deportividad del modelo, aunque deja unas ventanillas traseras minúsculas.
La parte trasera es la más arriesgada, con unos pilotos que se unen con el techo del coche y una luna trasera colocada en posición muy horizontal. La parte baja del paragolpes imita las formas de un difusor trasero, pero queda bien gracias a la doble salida central de escape.
Diseño interior
La calidad interior ha aumentado con respecto al modelo anterior, como le ha ocurrido a todos los vehículos de la marca. Lo cierto es que cada vez cuesta más sacar una sola pega a los interiores de Hyundai, cuyo diseño y robustez no tiene nada que envidiar a más de un modelo premium.
En la parte alta del salpicadero tiene una pantalla multifunción de ocho pulgadas compatible, cómo no, con teléfonos Android y Apple. Todos los mandos están colocados en una posición lógica y funcional; hay cosas que no han cambiado en Hyundai…
La posición de conducción es más deportiva que en el i30, y se asemeja mucho a la de un Volkswagen Scirocco, pero con un plus de alegría en su diseño. El espacio en las plazas delanteras es correcto, y solo la cercanía del techo le resta un poco de amplitud.
Las plazas traseras son aptas para dos adultos y no tendrán problemas de espacio para las piernas, pero la altura al techo hace que las personas de más de 1,75 metros rocen con la cabeza en el techo. Aun así, dispone de un espacio muy digno para un cupé de su tamaño.
Motores para todos los gustos
Bajo el capó se ha incluido el carácter que merece una carrocería tan deportiva. El motor de acceso es un 2,0 litros de gasolina atmosférico con 150 caballos y cambio manual o automático, una combinación muy tentadora para el amante de la conducción tradicional.
Por encima está el 1.6 turbo de 200 caballos a 6 000 rpm, una opción más prestacional y moderna que hará las delicias de los más exigentes. También está disponible con una caja manual de seis relaciones o automática de doble embrague y siete velocidades.
Para los que busquen un comportamiento más radical, el Hyundai Veloster 2019 también contará con una versión N de 275 caballos provenientes de un bloque de 2,0 litros turboalimentado. La preparación exterior también es específica e incluye unas llantas de 19 pulgadas con neumáticos Pirelli P Zero, todo un juguete de circuito.
Conclusión
La firma coreana está dando un golpe sobre la mesa del mercado europeo, donde ya nadie duda de sus capacidades para fabricar vehículos más que competentes. El Hyundai Veloster 2019 es una prueba más del buen hacer de una marca en continua evolución.