Consideraciones del seguro a todo riesgo
Lo que todos conocemos del seguro a todo riesgo es que ofrece una cobertura bastante completa en todos los casos. Muy diferente a los planes básicos, este tipo de póliza cubre grandes siniestros e incluso, algunos daños ocasionados por el propio conductor.
A decir verdad, el salto de calidad de esta póliza en materia de beneficios es proporcional a su elevado coste. Claro que este tipo de servicios no es para todos los clientes, ni para cada momento. Además, aunque sea una de las coberturas más completas del mercado, la misma tiene sus limitaciones.
Por ello, debemos pensar muy bien nuestra inversión y revisar el tipo de contrato. A continuación, analizaremos un poco más como es el seguro a todo riesgo.
¿Cómo es el seguro a todo riesgo?
El seguro a todo riesgo es una de las coberturas más completas que ofrecen las aseguradoras en España. Su principal ventaja es que cubre casi todo tipo de daños, yendo mucho más allá de la reparación por siniestro ocasionado por tercero.
Pequeños golpes, incidentes mientras el coche está aparcado y daños ocasionados por el conductor hacen de este contrato una oferta atractiva. A eso debemos agregarle la cobertura del vehículo debido a pérdida total. La mayoría de las empresas cubren el valor del automóvil como si fuera nuevo durante los primeros 2 años.
Claro que hay aspectos que influyen en la calidad y factibilidad del contrato. En ocasiones no los tomamos en cuenta, pero son fundamentales a la hora de tomar nuestra elección.
¿Con o sin franquicia?
Esta modalidad de seguros es presentada por las empresas bajo dos modalidades: con franquicia y sin ella. Cuando nos indican que es sin franquicia, la póliza puede tener ciertas limitaciones importantes a nivel de cobertura.
En cambio, cuando el seguro es con franquicia, significa que debemos pagar un dinero franquiciado por nosotros para el arreglo del vehículo. En pocas palabras, una parte de la reparación siempre corre por cuenta de nosotros.
Por ejemplo, tenemos un siniestro y la reparación es tazada en 1500€. Si con antelación hemos franquiciado 500€ por la póliza, entonces la aseguradora pagará 1000€ y nosotros nos encargaremos del monto de la franquicia.
Lo bueno de este tipo de acuerdo es que el coste de la prima y las cuotas puede reducirse de forma sustancial. Quizás el punto menos destacado de las pólizas con franquicias es que las reparaciones menos costosas siempre son de cuenta del propietario del vehículo.
Las limitaciones de esta póliza de amplia cobertura
El hecho de que el seguro a todo riesgo pueda responder a grandes siniestros y costes, no significa que lo cubra todo. Algunos imprevistos como los daños atmosféricos y desastres naturales quedan exentos.
Otra limitación muy recurrente tiene que ver con el reintegro por pérdida total del coche. Casi siempre, las aseguradoras pagan el vehículo siniestrado como si fuera nuevo de paquete solo durante los primeros 2 años. Esta cláusula cambia generalmente al tercer año, tomando como referencia el precio del modelo en el mercado.
Otra cosa que debemos recordar es que este tipo de seguros no cubre daños a piezas que no sean de serie. Los clientes deben estar muy atentos con los repuestos adquiridos y las modificaciones hechas vehículo.
Como estamos viendo, el seguro a todo riesgo tiene sus limitaciones y hay que leer muy bien las letras pequeñas del contrato.
¿Cuándo es conveniente contratar esta modalidad de seguro?
La mayoría de los analistas en la materia recomiendan optar por este tipo de cobertura cuando compramos un coche nuevo. El problema es que no todo el mundo puede adquirir una póliza de tal magnitud. Esto es lo que pasa, por ejemplo, con los conductores jóvenes debido a la desconfianza de las propias aseguradoras. El seguro a terceros obligatorio se eleva en estos casos, y el todo riesgo mucho más.
Los que tienen más de 25 años, coche nuevo y la disponibilidad monetaria para afiliarse a estos productos, deben hacerlo sin pensarlo mucho. El reintegro por pérdida total y la posibilidad de hacerle frente a pequeños daños costosos representan una excelente protección a nuestro patrimonio.
Lo importante es leer y comparar a consciencia las diferentes propuestas que existen en el mercado. No hacerlo podría significar la obtención de un acuerdo que no desfavorezca y pérdidas monetarias a considerar.