Cómo homologar cambios en el coche
Todos los conductores, en algún momento, sopesan la posibilidad de realizar cambios en el coche. Modificaciones que pueden ser simples, como sustituir la radio. Y también algunas de mayor envergadura, como instalar nuevos amortiguadores o reemplazar por completo el motor.
En la práctica, a la hora de personalizar un auto, los límites no los imponen ni la imaginación ni el presupuesto del que se disponga. Están establecidos en la legislación vigente.
Cambios que no requieren homologación
En líneas generales, se pueden adelantar cambios en el coche sin que deban ser homologados, si estos no modifican ni el funcionamiento ni las medidas del vehículo. Elementos como el pomo de la palanca o instalar un kit de manos libres con tecnología Bluetooth.
El mismo principio se aplica a la instalación de embellecedores en las carcasas de los espejos retrovisores, siempre que no entorpezcan la visión. También en los dispositivos de alumbramiento o señales luminosas.
Otras reformas dentro de esta categoría son: fijar molduras a la carrocería (a excepción de los paragolpes o en la zona frontal del auto), colocar faldillas de rueda para evitar el salpicado de barro o agua, añadir retrovisores adicionales e instalar sensores de ayuda para aparcar.
Cambiar el color de la carrocería
Es una duda frecuente entre los conductores. Un nuevo color para la carrocería, distinto al que lucía el auto al salir del concesionario, no requiere de un proceso de homologación.
Sí es requisito insalvable en estas situaciones notificar el cambio ante la DGT. El objetivo es que el nuevo tono se incluya en la ficha técnica del automóvil.
Colocar accesorios homologados por el fabricante
Las casas de automóviles asientan en las fichas técnicas de cada modelo, que accesorios o equipamientos adicionales están homologados de fábrica. Por ejemplo, los neumáticos y llantas son dos de los elementos que suelen estar incluidos en esta lista.
Según esta permisibilidad, es posible colocar ruedas de mayor diámetro o anchura a las que porta determinado vehículo de serie. Pero siempre que las nuevas medidas estén contempladas dentro de los cambios autorizados por el fabricante.
Cambios en el coche que requieren homologación
La lista de cambios que necesitan homologarse incluye elementos como la bola para remolques. (Se debe homologar su instalación o su desinstalación). De igual manera, si el coche lleva llantas o neumáticos cuyas medidas no aparezcan reflejadas en la ficha técnica.
El tintado de las lunas es otro elemento que debe notificarse y cuya instalación definitiva requiere aprobación. Se trata de una cuestión importante para la identificación del conductor y sus acompañantes.
La instalación de sistemas ópticos más modernos, también debe ser homologada, también los escapes que modifiquen la sonoridad del auto o que sean de diámetro superior al modelo original. Otros cambios con homologación son sustituir el volante, instalar nuevos cinturones de seguridad o la colocar de asientos deportivos.
La sustitución del motor es otra reforma que requiere ser avalada por un punto de Inspección Técnica de Vehículos. En estos casos, la nueva máquina tiene que cumplir con algunos requerimientos mínimos.
Para la homologación, el coche ser un modelo del mismo año o de fabricación más reciente que la unidad sustituida y generar menos contaminación. Si el cambio mecánico requiere adecuaciones a los sistemas de frenos o de suspensión, cada pieza debe ser homologada de forma independiente.
Pasos a seguir
Para llevar el coche a la ITV a validar las modificaciones, se debe contar con un proyecto técnico visado por el colegio de ingenieros. También con un informe detallado emitido por el taller que haya acometido las reformas. Otro requisito necesario puede ser un informe de conformidad, visado por un laboratorio autorizado.
De acuerdo a las particularidades de cada trabajo, se requerirán algunos detalles adicionales. Entre estos: las características técnicas de los materiales empleados (peso, tornillos, pegatinas, entre otros). Así mismo, se debe especificar la marca de los productos o accesorios instalados.
En caso de que los elementos que se han instalado en el vehículo no estén homologados o sean de fabricación artesanal, deben obtener una certificación previa.