¿Qué hay que tener en cuenta al pasar la ITV?
Pasar la ITV es una preocupación habitual entre los conductores, especialmente si se posee un vehículo con varios años. Veamos qué hay que tener en cuenta al enfrentarse a ella, y en qué se fijan los inspectores.
¿En qué se fijan los inspectores de la ITV?
En todas las ITV se sigue un manual estándar disponible en Internet. Este manual detalla los puntos a revisar en un vehículo, los métodos a seguir y cómo calificar cada defecto encontrado.
Los inspectores revisarán hasta diez apartados del vehículo. Entre ellos estarán los datos principales, como número de matrícula y de bastidor. En el exterior se revisarán los retrovisores, las lunas y el estado y la legibilidad de la matrícula.
En el interior, las puertas, las ventanillas y los cinturones son los principales puntos en los que se fijarán. También se revisará el alumbrado, el estado de los frenos y los neumáticos, las emisiones del motor, el ruido emitido y la existencia de posibles fugas.
Tras analizar el vehículo, el revisor emitirá un informe donde reflejará los fallos encontrados según su gravedad. Con fallos leves puede pasarse la inspección, pero los fallos graves o muy graves deben arreglarse. Contamos con dos meses en este caso para volver a someter el coche a inspección en la ITV.
¿En qué orden se realiza la revisión del vehículo?
Los pasos a seguir por el inspector de la ITV tienen un orden determinado. En primer lugar se le pedirá al conductor la documentación del vehículo. Por ello deben guardarse bien la ficha técnica del vehículo y el permiso de circulación del conductor.
La revisión del vehículo comenzará por el estado del exterior y después del interior del coche. A continuación se pasa a medir las emisiones, monitorizando los gases de escape para comprobar si están dentro de unos parámetros mínimos y máximos.
Tras esto, se comprueba el estado de los frenos y la capacidad de frenada del vehículo. Por último, se comprueba el estado de la suspensión y la existencia de pérdidas de líquidos.
Terminados todos estos pasos, al conductor se le hará una foto en la que aparezca la matrícula del vehículo, y el inspector de la ITV le dará el informe sobre el estado del coche.
Consejos para facilitar que tu vehículo pase la ITV
- Asegúrate de llevar toda la documentación necesaria: en la ITV te pedirán la Tarjeta de Inspección Técnica del Vehículo y el Permiso de Circulación del conductor. También se comprobará que el seguro del coche está en vigor, aunque lo habitual será que lo hagan mediante la base de datos de la DGT.
- Revisa el parabrisas: los golpes y grietas en el parabrisas son fáciles de detectar y pueden llegar a considerarse como defecto grave.
- Comprueba el alumbrado: los fallos en las luces del vehículo son los más habituales en las revisiones de ITV. Asegúrate de que funcionan correctamente incluso si tu vehículo está en buenas condiciones.
- Defectos en los parachoques: comprueba que estén bien sujetos y que no tengan bordes cortantes, pues se considera defecto grave o incluso muy grave.
- Limpieza del vehículo: la limpieza del vehículo no forma parte de la revisión, pero siempre es un punto a favor para que el inspector empiece con una buena impresión.
- Estado de las matrículas: los revisores mirarán con lupa el estado de las matrículas del coche. Asegúrate de que están bien sujetas y se leen sin problemas.
- Comprueba los retrovisores: al igual que otros elementos del coche, deben estar bien sujetos y sin roturas.
- Revisar los limpiaparabrisas: estos deben estar en buen estado y con los depósitos de líquido rellenados. Esto evitará una falta grave y un informe negativo.
- Atención al estado de las ruedas: su diámetro debe coincidir con el que esté reflejado en la ficha técnica del vehículo. Además, su banda de rodadura no debe tener una profundidad menor de 1,6 mm y, por supuesto, no presentar cortes ni deformaciones.
¿Dónde es más fácil pasar la ITV?
Aunque no existen datos oficiales publicados sobre el índice de aprobación de cada ITV, hay zonas en las que podría ser más fácil superar la revisión.
Comunidades como Cataluña, Madrid, La Rioja o Castilla-La Mancha tienen fama de ser más laxas en sus inspecciones.
Por otro lado, las regiones del norte de España, como Asturias o Galicia presentan mayores rechazos.
Aun así, se debe tener en cuenta que, aunque las ITV están reguladas según normas nacionales, cada estación tiene sus propios inspectores. Dependerá de su criterio si el coche se considera apto o no.