Qué es el aquaplaning y cómo evitarlo
Cuando se circula por una carretera mojada bajo la lluvia, el coche corre el riesgo de sufrir aquaplaning. Este fenómeno se debe a una pérdida de adherencia entre las ruedas y el asfalto, lo que puede afectar al manejo del vehículo y a la seguridad de los viajeros.
Causas del aquaplaning
Este fenómeno de pérdida de adherencia se da especialmente cuando se combina la circulación sobre una carretera mojada por el efecto de la lluvia y una alta velocidad. Que el vehículo sufra aquaplaning se debe a dos factores principales.
El primero de ellos es el grosor de la película de agua sobre la que circula el vehículo. Una carretera con mucha cantidad de agua hará que aumente el grosor de esta película, lo que incrementará las posibilidades de perder el control durante la conducción.
Por otro lado, está la velocidad del vehículo. Circular a altas velocidades reduce la adherencia de los neumáticos, lo que aumenta las posibilidades de aquaplaning.
Además, si las ruedas no están en buen estado, el riesgo es aún mayor. Por ello, el primer factor a tener en cuenta para reducir las posibilidades de que esto suceda es elegir unos buenos neumáticos para el vehículo.
La pérdida de adherencia se produce por las filtraciones de agua entre la rueda y el asfalto, que disminuyen en gran medida la fuerza de rozamiento que el vehículo ejerce sobre el terreno. La pérdida de esta fuerza no solo impide un buen control de la dirección, sino que también afecta a una conducción eficaz.
Cómo evitar el aquaplaning
En los días lluviosos, lo mejor para aumentar la seguridad en carretera es moderar la velocidad. También conviene evitar los acelerones y frenazos bruscos, así como los cambios de dirección demasiado forzados.
El fenómeno de aquaplaning es especialmente frecuente en tramos con curvas, por lo que será esencial frenar lentamente antes de llegar a una curva y controlar con cuidado la dirección.
Sin embargo, también es posible sufrir pérdida de adherencia en un tramos rectos. En estos casos, lo mejor es no hacer nada más que mantener quieto el volante y soltar suavemente el acelerador.
Como hemos comentado, el agua presente bajo las ruedas reduce el rozamiento del coche con el terreno, pero un así el vehículo se irá deteniendo poco a poco a medida que va perdiendo inercia.
En el caso de las curvas, junto a lo ya mencionado, es importante girar el volante lo justo para trazar la trayectoria de la curva. Es esencial no girar más de la cuenta hasta que el vehículo no recupere el agarre. De lo contrario, podremos contribuir a la pérdida de adherencia y terminar teniendo un accidente.
La conducción sobre terrenos mojados es una causa habitual de accidentes de tráfico. Ante ello, mantener la calma y no recurrir a volantazos ni acelerones serán factores esencial para evitar peligros.
Prevención del aquaplaning
Con un buen mantenimiento del vehículo pueden evitarse una gran cantidad de problemas y riesgos. Además de elegir unos buenos neumáticos, es importante controlar que se mantengan a una presión adecuada. Lo mejor será evitar neumáticos económicos o de marcas blancas.
Las velocidades habituales a las que encontrarse con aquaplaning rondan los 75 y 80 km/h, y un buen estado de las ruedas reducirá considerablemente los riesgos. Además, un pensamiento habitual es que unos neumáticos más anchos mejorarán la adherencia al asfalto.
Sin embargo, esto no es cierto del todo, ya que una mayor anchura de la rueda dificultará la evacuación de agua, lo que puede favorecer estas peligrosas pérdidas de adherencia.
Finalmente, os resumimos algunos consejos para prevenir el aquaplaning y disminuir sus peligros:
- Prever la cantidad de agua en la carretera, poniendo atención al clima o a las posibilidades de lluvia antes del trayecto.
- Evitar acelerones, frenazos y cambios bruscos de dirección.
- No pisar nunca el pedal de freno si se sufre aquaplaning. Lo mejor es dejar que el vehículo reduzca la velocidad por sí mismo.
- Revisar con frecuencia el estado de los neumáticos. Unas ruedas viejas y deterioradas reducirán peligrosamente su capacidad de adherencia, incluso sobre terreno seco.
- Colocar siempre los neumáticos recomendados por el fabricante. Estos serán los más adecuados para las características del coche y aumentarán la seguridad en carretera.
- Evitar el uso de neumáticos anchos. Los de menor anchura permiten una mejor evacuación del agua acumulada bajo ellos.