Mercedes SLR McLaren, de la Fórmula 1 a las calles
En 1997 comenzaba en la Fórmula 1 una cooperación que se extendería hasta 2014. La relación entre McLaren y Mercedes era de lo mejor de la categoría, por lo que en 2003 decidieron extender su relación con un coche de carretera, para crear el que se conoce como Mercedes SLR McLaren, un superdeportivo con carácter de gran turismo.
El resultado de todo esto fue un homenaje al Mercedes SLR original de 1955, aquel que volaba por las pistas de todo el mundo y que se ganó el apodo de ‘flecha de plata’ debido a su color. El proyecto originalmente era de Mercedes y AMG, pero finalmente se optó por McLaren con el fin de mostrar su amplia experiencia en competición, y así importar ideas directamente de las carreras.
El SLR al detalle
Los alemanes desarrollaron un vehículo estructurado en tres piezas: un bastidor de fibra de carbono al que se le unen dos subchasis de aluminio, donde se acoplan los ejes delantero y trasero. Pese a todo, no era un coche nada ligero y marcaba 1 768 kilogramos en la báscula.
De tracción trasera, toda la potencia se extraía de un propulsor V8 5,4 litros, con 626 CV y 780 Nm, con el que lograba unas prestaciones de infarto: una velocidad punta de 334 km/h y un 0-100 km/h en 3,8 segundos. Es un motor de la vieja escuela, sobrepotenciado mediante dos compresores que soplan a 1,9 bares y giran a 23 000 revoluciones.
A día de hoy está completamente desfasada, pero en 2003 la transmisión automática por convertidor de par de cinco relaciones era de lo mejor del mercado. A nivel de rendimiento, se tuvo que ver las caras con el Ferrari Enzo y el Porsche Carrera GT, los superdeportivos más eficaces de la época.
Contaba con un alerón trasero activo con función de aerofreno.
Pasando a hablar del diseño del Mercedes SLR McLaren, estaba vestido de aluminio y combinaba a la perfección ese toque retro del SLR original con las referencias a la Fórmula 1, sobre todo en el frontal. No cabe duda de que el detalle más distintivo es la punta de flecha del morro y la toma de refrigeración lateral.
Pese a ser un supereportivo, era un coche más enfocado al lujo, por lo que el amplio habitáculo –de diseño exclusivo– estaba tan bien equipado como lo podía estar un Mercedes Clase E de la época.
Ediciones limitadas
722 Edition
A lo largo del tiempo en que el Mercedes SLR McLaren estuvo en producción, nacieron ediciones especiales de gran importancia. El McLaren SLR 722 Edition fue la primera edición especial creada con el superdeportivo anglo-alemán como base, y vio la luz en 2006.
Disponible en las dos carrocerías ya conocidas, se fabricaron un total de 300 unidades de esta edición tan singular, 150 roadsters y 150 cupés.
El SLR 722 incorporaba mejoras a nivel estético (aerodinámica mejorada), mecánico y en el tren de rodaje. Estéticamente era más agresivo, con un frontal presidido ahora por un nuevo splitter con el que redirigir el aire.
Otro cambio destacable era el nuevo difusor posterior, capaz de generar más carga aerodinámica. Un nuevo juego de llantas de 19 pulgadas completaban el conjunto.
A nivel mecánico, el propulsor V8 5.4 y doble compresor aumentaba su potencia hasta los 650 CV, aunque apenas se apreciaron mejoras a nivel rendimiento. Debido al alto peso del coche, el 722 pasó a incorporar discos de freno de 390 mm con pinzas de ocho pistones. Por último, la suspensión se rebajó 10 mm al mismo tiempo que ganaba en dureza.
Como curiosidad, el 722 hace referencia a la hora de inicio de la Mille Miglia de 1955, carrera que ganaron Stirling Moss y Denis Jenkinson a bordo de un Mercedes SLR con el dorsal 722.
Stirling Moss
En 2009 le seguiría el Mercedes SLR Stirling Moss, para convertirse en el que quizás sea el coche más especial y extremo a nivel estético jamas producido por la firma alemana. Si el SLR convencional era un homenaje al coche de carreras de 1955, esta versión era una reinterpretación moderna del mismo.
Vestido con un traje de aluminio a medida, prescindía de parabrisas e incorporaba dos jorobas con arcos antivuelco tras el habitáculo. Los escapes se trasladaban a la propia toma de refrigeración del lateral. Más en detalle, copiaba hasta la entrada de aire asimétrica del capó del modelo original.
El habitáculo, por su parte, se remodelaba por completo hasta conseguir un aspecto mucho más simple y moderno. Aquí también se observa que el coche fue lanzado en un momento de transición, por lo que hay diferentes elementos que recuerdan al Mercedes SLS AMG que vería la luz poco más tarde.
Solo se produjeron 75 unidades del SLR Stirling Moss, todas ellas firmadas por el propio piloto.
Aventura en los circuitos
Poco conocida es la breve aventura que tuvo el Mercedes SLR McLaren en los circuitos, y es que el propósito de la marca para este coche nunca fue el de pisar una pista de carreras. Preparado por RENNtech, solo 21 afortunados pudieron hacerse con uno de estos.
Se trata del Mercedes SLR McLaren 722 GT, y no, nunca compitió en una categoría oficial de ningún campeonato. Gracias al uso intensivo de la fibra de carbono, material utilizado para el extremo kit aerodinámico exterior y al vaciado de todo el interior para acondicionarlo para circuito, se redujo el peso en 300 kg.