La revolución del SEAT 600

El SEAT 600 fue el primer coche que invadió por completo nuestras carreteras, dueño y señor del asfalto en la década de los 60, sigue siendo uno de los coches más icónicos de la marca
La revolución del SEAT 600

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 04 abril, 2023

Producido entre los años 1957 y 1973, el SEAT 600 es uno de los modelos más conocidos y revolucionarios del mercado automovilístico. Este pequeño utilitario clásico ha logrado una inmensa difusión, especialmente en el mercado de nuestro país, y ha llegado a ser el primer coche de la mayoría de los españoles.

Los inicios del SEAT 600

Los comienzos de este modelo se produjeron con la importación de algunas unidades del Fiat 600 al mercado español. Poco después, SEAT comenzó con la producción de sus propios modelos basados en el vehículo de Fiat.

Con un precio que rondaba las 65 000 pesetas de la época (actualmente, unos 350 euros), el SEAT 600 fue un producto que suscitó un gran interés entre la clase media española. La primera versión salió a la venta en el año 1957.

Concretamente, el primer ejemplar se produjo en la fábrica de la Zona Franca de Barcelona, de la cual salió el día 27 de junio del mencionado año. Este primer 600 se dio de baja en Valencia en febrero del 85, casi 30 años después.

El SEAT 600.

Durante los años previos a su lanzamiento, nadie pensaba que el SEAT 600 fuese a alcanzar un éxito tan grande. Ni siquiera el propio Carlo Abarth pensaba que el 600 de Fiat supusiese el modelo más importante de su historia.

El inmenso éxito del 600

Ningún otro modelo ha quedado tan grabado en las mentes de los clientes del mercado español como el pequeño SEAT 600. La mayoría de las familias del país llegaron a poseer algún modelo a lo largo de los años 60 o 70, lo que hizo del SEAT 600 el mayor hito de la industria automovilística española en la época de la post-guerra.

Con una gran presencia en las calles y las carreteras del país, el 600 era el coche por excelencia a mediados del siglo XX en España. Es más, este es el modelo con el que toda una generación aprendió a conducir. Por ello, es un modelo profundamente arraigado en la historia de nuestro país.

Gracias a su precio asequible, muchas familias pudieron cumplir su sueño de tener su propio vehículo, lo que ofrecía innumerables posibilidades para los viajes de negocios o familiares.

Además, en aquellos años, hacerse con uno de estos modelos podía suponer unas espera de varias semanas, e incluso meses, hasta que el probador del concesionario entregaba el vehículo a los clientes.

La mecánica de los 600

En sus inicios, el SEAT 600 contaba con un motor de 633 cc de cilindrada, que podía alcanzar unas potencias máximas de entre 18 y 20 CV. Este sistem de propulsión, ridículo en comparación con los vehículos actuales, se mantuvo en la cadena de producción durante seis años.

Posteriormente, se lanzaron las versiones D, E y L-Especial, que aumentaban la cilindrada a 767 cc y la potencia a 25 y 28 CV máximos, gracias a nuevos y mejores sistemas de compresión. La producción de estos modelos se mantuvo durante los diez años siguientes.

El SEAT 600.
La nostalgia invadirá a más de uno al ver su característico interior.

Las carrocerías del 600 se mantuvieron prácticamente iguales a lo largo de toda su historia, con excepción de un cambioen la orientación de la apertura de las puertas a partir de 1970.

En el interior, el acabado L-Especial aportaba detalles y accesorios de más categoría, como una tapicería más acogedora y un sistema de contacto antirrobo.

El SEAT 600 se caracterizaba por poseer una buena robustez y unas amplias posibilidades de reparación, gracias a su mecánica sencilla y accesible.

Además, contaba con repuestos que se podían encontrar en casi todas partes, tanto en locales de la red oficial de SEAT como en tiendas de accesorios. Por ello, el SEAT 600 ha sido un modelo cuyos compradores podían disfrutar durante muchas décadas.

Con sus prestaciones, podía alcanzar los 115 km/h. Sin embargo, los elevados consumos del modelo rondaban los 10 litros a los 100 km por ciudad y los 6,5 litros a los 100 km en carretera. La autonomía del 600 podía alcanzar los 461 km con una conducción eficiente.

Un modelo para toda la familia

Como hemos comentado, la facilidad para comprar y mantener un 600 permitía que fuese el modelo ideal para cualquier familia de clase media. Sin embargo, su reducido tamaño se hacia especialmente notable en el maletero, que se limitaba a 68,5 litros de capacidad. Además, tenía que compartir este espacio con la rueda de repuesto.

Eso sí, esto no suponía ningún impedimento para que una familia llevase todo el equipaje necesario para un día de playa. Por otro lado, muchos clientes optaban por incorporar una baca al techo del 600, ya que era uno de los extras más famosos del modelo y permitía disponer de mucho más espacio de almacenaje.