Los delitos contra la seguridad vial
Los delitos contra la seguridad vial son aquellas infracciones graves que se pueden cometer por conducta temeraria e irresponsabilidad al volante.
Cuando se conduce bajo la influencia del alcohol, se sobrepasan los límites de velocidad establecidos por la ley o se tiene una actitud ‘kamikaze’ al conducir estamos incurriendo en delitos contra la seguridad vial.
En España, una de cada tres condenas durante el año 2016 se emitieron por infracción de alguno de los delitos tipificados contra la seguridad vial, los cuales se encuentran regulados en el Código Penal. En el 2007 se produjeron diferentes cambios en la ley, para castigar con más dureza estas imprudencias cometidas por los conductores.
Las consecuencias que acarrea cometer algún delito contra la seguridad vial pueden ir desde una simple sanción, multas muy graves, trabajos a la comunidad, retiro de carnet de conducir e ir a prisión.
Ahora bien, cada delito tiene su condena establecida y acorde a su gravedad un juez decidirá cuál es la pena correspondiente.
Delitos contra la seguridad vial
Cuando conducimos estamos obligados, por lógica y por ley, a evitar el consumo de cualquier tipo de sustancia que puedan alterar nuestra percepción y comportamiento, de lo contrarios seremos responsables de las consecuencias que se deriven de nuestra irresponsabilidad.
Las multas y sanciones solo son una medida disuasoria, pero lo que debemos tener siempre presente es el riesgo para nuestra seguridad y la del resto de usuarios que se encuentren en carretera.
Conducir bajo la influencia del alcohol o las drogas altera de forma incontrolada nuestro comportamiento, por lo que es una imprudencia.
Cometer este delito acarrea penas de 3 a 6 meses de prisión, de 31 a 90 días de servicio comunitario y suspensión del permiso de conducir de 1 a 4 años.
Si nuestra infracción es la de superar el límite de velocidad permitido en 60 km/h en las vías urbanas y 80 km/h en las interurbanas, puede ser castigado con penas de 3 a 6 meses de cárcel, servicio a la comunidad por 30 o 90 días o retiro del permiso de conducir por un periodo de 1 y 4 años.
Negarse a someterse a pruebas de alcohol y estupefacientes puede costarnos de 1 a 6 años de prisión y de 1 a 4 años de retiro de permiso de conducir. Cualquier conductor está obligado a someterse a la prueba cuando la autoridad pertinente lo estime oportuno.
Actitudes irresponsables al conducir
Pero no solo la consumición de estas sustancias puede costarnos caro, a veces llegamos a pensar que nuestra destreza como conductor está por encima de las normas. La conducción temeraria también es uno de los delitos que más duramente se castigan.
Por otro lado, algo tan inofensivo como no llevar tu carnet de conducir podría hacerte pasar un mal rato con las autoridades, ya que es un requisito obligatorio y con el que debes acreditar tu capacidad de conducir.
Conducir por encima de los límites permitidos o con niveles de alcohol elevados se considera un delito de seguridad vial que es sancionado con penas de prisión que van de los 2 a los 6 años y retiro del permiso de conducir por una estancia de entre 1 y 6 años; además existen dos agravantes para estos casos:
- En primer lugar, si se condujo con un desprecio notorio hacia la vida de los demás que causaría ir a prisión de 1 a 5 años, 12 a 14 meses de multa y retirada del permiso de conducir de 6 a 10 años.
- De haber conducido de manera temeraria sin poner en riesgo la vida de terceros trae como consecuencia cárcel de 1 a 2 años, 6 y 12 meses de multa o de 6 y 10 años de retiro de permiso de conducir.
Manipular un vehículo sin la licencia de conducir o sin vigencia de puntos, tiene una consecuencia de 6 meses a 2 años de prisión, una posible multa de 12 a 24 meses y 31 a 90 días de servicio comunitario.
Conducir manipulando el teléfono móvil en cualquiera de sus funciones también es sancionable, además de una completa imprudencia.
Cada uno de ellos son delitos contra la seguridad vial. Por mucho que pensemos que ciertas conductas sancionables no son realmente peligrosas para nosotros, todas ellas representan graves consecuencias y riesgos para la seguridad. No es un juego o algo que debamos tomarnos a la ligera, y para ello se establecen las normas.
Si bien cada caso es distinto, los errores pasan factura, y una sanción por dura que sea es siempre mejor que un accidente con consecuencias irreversibles. Al conocer a fondo cuales son los delitos de seguridad vial, podemos ser más conscientes a la hora de conducir y puede que el miedo a las diferentes penas nos haga ganar en responsabilidad. Si cada uno de nosotros las cumple seguro que ganamos todos.